
Amanda Michelle Todd
1 (27 de noviembre de 19962 -10 de octubre de 2012) fue una adolescente canadiense de 15 años de edad, cuyo suicidio3 1 se atribuyó al ciberacoso del que fue víctima a través de la red social Facebook.4 El 7 de septiembre de 2012, Todd publicó un video en YouTube en el que utilizó una serie de tarjetas didácticas para contar acerca de su experiencia como víctima por ser chantajeada, intimidada, y asaltada físicamente,5 y dónde mencionó que envió una imagen de sus pechos desnudos a un hombre, quién más tarde la distribuyó por toda Internet. Para el momento de su muerte, Todd era una estudiante de la Secundaria CABE,1 en Port Coquitlam, una escuela que atiende a estudiantes que hayan presentado problemas sociales o de comportamiento en anteriores recintos educativos.6
El 10 de octubre de 2012, poco antes de las 18:00 horas, fue realizada una llamada a la Real Policía Montada del Canadá desde la casa de Todd en Port Coquitlam, para investigar lo que la policía denominó una "muerte súbita".7 En consecuencia, se realizó una completa investigación sobre la muerte de Todd,8 realizando entrevistas, revisión de contenidos en los sitios de diversas redes sociales y monitoreando activamente páginas web.
Christy Clark, el primer ministro de la Columbia Británica, hizo una declaración de condolencia online, en la cual sugirió un debate nacional para discutir penalizar el ciberacoso.9 10
Ciberacoso
(también llamado cyberbullying por su traducción al inglés) es el uso de información electrónica y medios de comunicación tales como correo electrónico, redes sociales, blogs, mensajería instantánea, mensajes de texto, teléfonos móviles, y websites difamatorios para acosar a un individuo o grupo, mediante ataques personales u otros medios. Puede constituir un delito penal. El ciberacoso es voluntarioso e implica un daño recurrente y repetitivo infligido a través del medio del texto electrónico. Según R.B. Standler1 el acoso pretende causar angustia emocional, preocupación, y no tiene propósito legítimo para la elección de comunicaciones. El ciberacoso puede ser tan simple como continuar mandando e-mails a alguien que ha dicho que no quiere permanecer en contacto con el remitente. El ciberacoso puede también incluir amenazas, connotaciones sexuales, etiquetas peyorativas (p.ej., discurso del odio).
ACOSO POR HOMOSEXUALIDAD
En 2010, el joven gay Graeme Taylor pronunció un discurso que conmovió a la junta escolar del centro donde estudia (en Howell, Michigan) y, más tarde, a todos los que visionaron el video que ha dado la vuelta al mundo. La noticia decía que el joven homosexual, de 14 años, habló a favor del profesor, Jay McDowell, que había sido suspendido de empleo y sueldo por expulsar de clase a dos alumnos que se negaban a admitir el derecho al respeto de sus compañeros homosexuales.
El profesor, que estaba defendiendo a sus alumnos homosexuales, tuvo que ser defendido ante sus superiores por un alumno, finalmente. Extraña moraleja, que demuestra hasta donde pueden llegar las injusticias y los prejuicios, pero también que el altruismo y la comprensión se recompensa con más altruismo y comprensión. Pero, por cada noticia esperanzadora como ésta, surgen muchas más que hablan de “bullying” o acoso homófobo en los institutos y centros de educación.
BULLYING POR OBESIDAD
El 48% de los niños de entre 8 y 12 años tiene miedo a estar gordo, indica además que un 46% de los menores de esta edad que están a dieta no tienen sobrepeso.
No importa si es niña o niño, ni su raza ni su condición económica. Tampoco si saca mejores o peores notas. Basta con que el pequeño sea obeso para que tenga mayor riesgo de sufrir acoso en la escuela.
Un 4,02% de todos ellos eran obesos y un 13,22% mostraban sobrepeso; un 62,64% se encontraban en su peso normal, mientras que un 11,49% tenían infrapeso y un 8,62% infrapeso severo. El 88% de ellos afirmaron saber qué era una dieta (el 97% en el caso de obesos y con sobrepeso) y un 16% afirmó estar en esos momentos a régimen impulsados por sus madres (8%), ellos mismos (4,5%) o el médico (3,5%).